Explorar los humanos ancestrales
A partir de una evidencia física mínima, el análisis de ADN nos ha dado una imagen más clara del aspecto que podrían haber tenido las especies humanas antiguas.
Los denisovanos (homínidos de Denísova) poblaron Asia durante el Paleolítico Bajo y Medio, hace 30 000-14 500 años. Su morfología ha sido un misterio.
El primer denisovano fue identificado en 2010 basándose en el ADN mitocondrial, que se extrajo de una falange femenina hallada en una cueva en la Denísova siberiana. Sin embargo, el puñado de fósiles encontrados no eran lo suficientemente grandes ni completos para reconstruir muchos detalles anatómicos. Un equipo de científicos de Israel consiguió predecir la anatomía denisovana mediante mapas de metilación de ADN.1 El estudio reveló que los denisovanos se parecían a los neandertales, con algunas diferencias sutiles, como una mandíbula y un cráneo más anchos.
¿Sabía qué...?
¿Cuántos genes tenemos?
30 años después del inicio del Proyecto Genoma Humano (Human Genome Project, HGP), todavía no hemos encontrado todos nuestros genes. Las respuestas han resultado ser mucho más complejas de lo que podríamos haber imaginado cuando empezó el HGP.
El HGP (1990 a 2003) pretendía cartografiar la secuencia de ADN y la ubicación de todos los genes humanos. Se creía que, con la secuencia definida, podría determinarse la ubicación de todos los genes, pero seguimos sin conocer la secuencia completa. Mientras que el número de genes codificadores de proteínas se ha acordado, más o menos, se ha descubierto que hay muchos otros tipos de genes.4
¿Sabía qué...?
¿Sabía qué...?
Desmontando el mito del Lago Ness
Se usó ADN ambiental para investigar un mito escocés. Un equipo de científicos dirigido por la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, publicó los hallazgos de un estudio de muestras de ADN recogidas del Lago Ness, en Escocia, en septiembre de 2019. Esta investigación se realizó en un intento de resolver el misterio del mítico «Monstruo del Lago Ness» («Nessie») que, según la leyenda, vive en las profundidades del enorme lago.
Se utilizaron técnicas de metasecuenciación de ADN ambiental. Los resultados del estudio no mostraron ninguna prueba de la existencia de ningún animal grande, lo que descartaba la teoría de que Nessie fuera un reptil de la era jurásica, como un plesiosaurio. El equipo también buscó la presencia de diversos tipos de peces grandes o gigantes. Aunque no hubo evidencias de peces grandes, el equipo de investigadores sí encontró una gran cantidad de ADN de anguila. Los datos no indicaban el tamaño, pero mostraban que podía haber anguilas gigantes en el Lago Ness, lo que podría explicar el fenómeno de Nessie.10